Desde el inicio de esta escuela, una de sus misiones fundamentales es promover la salud a todos los niveles a través del Shiatsu y otras técnicas complementarias, fomentando el autoconocimiento. De ese deseo, de invertir más en la prevención que en la curación, también nace Kogao® “Lifting facial japonés”.
La terapia Kogao. Tradicionalmente, la belleza en la cultura japonesa es el reflejo de un estado de equilibrio entre el cuerpo y la mente. Por eso, el aspecto de la cara de una persona nos puede ofrecer mucha información sobre ambos. Hoy en día, el ritmo de vida de muchas personas en nuestro medio implica sufrir estrés crónico y agotamiento. Esto, sumado al sedentarismo, a un descanso muchas veces insuficiente, y a hábitos alimentarios menos saludables de lo que quisiéramos, provocan que nuestro cuerpo sufra a nivel global, incluyendo la esfera emocional y psicológica, lo que se refleja también en nuestra apariencia exterior.
¿Qué es Kogao® y en qué consiste?
La historia del masaje facial japonés se remonta a siglos atrás y, como otras técnicas manuales en Japón, deriva del Anma. El Anma, que literalmente se traduce como “presión” (An) y “fricción” (ma), proviene de la medicina tradicional china y es la técnica de masaje tradicional japonés a partir de la cual se crearon técnicas posteriores como el Shiatsu y lo que hoy en día se conoce en Occidente como “lifting facial japonés”. Esta terapia incluye técnicas de presión, fricción, amasamiento, vibración y percusión, entre otras. Kogao es una marca registrada y es el nombre que hemos adoptado para la técnica de lifting facial japonés en nuestra escuela.
Hay muchos tipos de terapias manuales o tratamientos faciales de origen japonés, pero Kogao consiste en una serie de técnicas específicas para la manipulación de la piel y los músculos de la cara, cabeza y cuello, incorporando además puntos de presión derivados del Shiatsu. Como en Shiatsu, Kogao solo usa los dedos y las palmas de las manos. La palabra Kogao significa literalmente “cara pequeña”. En la cultura japonesa, tener la “cara pequeña” se considera un atributo positivo y es indicio de salud y bienestar, dado que lo contrario, como tener una cara hinchada o congestionada, puede ser señal de que algo no va bien en el organismo.
Teniendo esto en cuenta, no sorprende el hecho de que los automasajes formen parte de una rutina facial habitual en el país asiático. Los buenos hábitos de la vida se consideran en Japón el principal secreto de la longevidad y de la buena salud. Y la belleza va, irremediablemente, ligada a un buen estado de salud. Una familia tradicional japonesa, incluso hoy en día, considera el masaje tan importante como la dieta y el ejercicio, y es una costumbre transmitida de padres a hijos.
Así como el ejercicio físico mejora el cuerpo, Kogao es un “ejercicio” para mejorar el estado de la cara y el cuello. Para ser prácticos, en este texto usaremos de manera indistinta los términos “lifting facial japonés” y Kogao para referirnos a nuestra técnica, que engloba, como comentábamos, un conjunto de diversas técnicas, cada una con un propósito específico para tratar de forma manual diferentes zonas de la cara, la cabeza y el cuello, con la asociación de puntos de presión de Shiatsu, no sólo de Namikoshi sino también de Aze Shiatsu.
Kogao es un tratamiento sorprendentemente eficaz y mejora la condición natural de la piel, aportando luminosidad y elasticidad. Uno de los resultados es un efecto de “lifting natural” visible desde el primer tratamiento. Sin embargo, el objetivo va mucho más allá de los efectos observables a simple vista y estéticos.
Los objetivos de la terapia Kogao
El objetivo de Kogao, como sucede con la terapia de la que nace, Shiatsu, y dado que Kogao está basado en ello, es promover no solo la salud del paciente, sino aumentar el autoconocimiento y entender la salud desde un punto de vista holístico, como sucede en la medicina tradicional china. En este caso, el punto de partida es uno de los órganos más importantes del cuerpo: la piel. El tratamiento que se realiza sobre la cara, la cabeza y el cuello a través de la aplicación de diferentes tipos de técnicas manuales en zonas y puntos específicos no solo produce un efecto local, sino un estado de relajación y sensación de bienestar general.
Principales beneficios del tratamiento
Esta terapia tiene varios objetivos. Aunque una de las cosas que más llama la atención de Kogao es el efecto visible que se produce en la piel, mejorando el estado de hidratación, la elasticidad y la firmeza, además de ayudar a atenuar las arrugas, no deja de ser el resultado de cambios que se producen a un nivel más profundo.
A través de las técnicas manuales, se alcanzan los planos profundos de los músculos y, a través de la presión ejercida en puntos específicos siguiendo a su vez puntos de Shiatsu, se pretende producir la activación de mecanismos de reparación de la propia piel, los músculos y otros tejidos subyacentes. De esta forma, también logramos activar la circulación y el drenaje linfático, y aumentar la eliminación de toxinas.
Hay que saber también que la presión que realizamos estimula la secreción de endorfinas, los neurotransmisores encargados de modular la respuesta del dolor, producir sensación de placer, tranquilidad y bienestar. Por todo ello, también conocemos a las endorfinas como las hormonas de la felicidad. A nivel estético podemos decir que consiste en un “lifting natural” sin cirugía, sin dolor y sin cicatrices.
Kogao es apto para todo tipo de piel: normal, seca, grasa o con problemas como la dermatitis atópica o con acné. También es adecuado tanto para hombres como para mujeres de cualquier edad y no tiene ninguna contraindicación ni produce efectos secundarios.
El lifting facial natural es el resultado de una combinación de:
● Maniobras de amasamiento.
● Percusiones.
● Fricciones.
● Puntos de reflexología facial y de acupuntura.
● Técnicas de masaje de musculatura profunda.
● Lisajes.
Se realiza con ligereza a través de una rápida secuencia de movimientos de percusión rítmica. Así, se estimula el sistema nervioso, mejorando la circulación sanguínea y el flujo linfático, reforzando y tonificando los músculos. Estos movimientos requieren gran habilidad, ya que solo con el movimiento de los dedos y la manipulación de las manos se realiza todo el tratamiento. Las técnicas que mostramos se deben practicar constantemente para lograr desarrollar la secuencia de manipulaciones con agilidad y rapidez.
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