El cáncer es una de las principales causas de morbimortalidad en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 se atribuyeron un total de casi 10 millones de defunciones lo que equivale a casi 1 de cada 6 muertes que se registran.
El Shiatsu como herramienta de prevención. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer estimó que en ese año 2020 se diagnosticaron unos 18 millones de casos nuevos a nivel mundial y esta cifra aumentará en los próximos 20 años hasta los 27 millones.
Los tipos de cáncer más frecuentes son de mama, pulmón, colon y recto y próstata y hasta un tercio de las muertes por cáncer se pueden relacionar con el consumo de tabaco, el consumo de alcohol, a la obesidad y a hábitos como una alimentación poco equilibrada y falta de actividad física, según datos de la OMS.
El Shiatsu y la prevención contra el cáncer. La esperanza de vida y la evolución tecnológica.
Nos puede sorprender que, de forma general, las tasas más altas de cáncer se dan en países con mayor esperanza de vida y con nivel más alto de educación y de estándar de vida.
¿Cómo puede ser esto? La reacción natural de las personas debería ser de recelo, sorpresa o, incluso de ira ante este hecho. No obstante, lamentablemente, parece que se acepta sin cuestionar qué está pasando.
Es indiscutible que los avances en la medicina y la tecnología han ayudado mucho en la salud y el bienestar de las personas. Sin embargo, también nos debería hacer reflexionar que por muchos medicamentos que se desarrollen y por mucho que progrese la tecnología, la incidencia de cáncer, y de otras enfermedades como la cardiopatía isquémica, está aumentando y parte de eso está ligado al estilo de vida que llevamos actualmente en nuestra sociedad.
Cierto es que nuestra esperanza de vida se ha alargado, pero tampoco es que lleguemos a los 100 ni 200 años. La mayoría de nosotros, o por lo menos yo, estaríamos satisfechos si llegáramos a los 80 o 90 años, siempre y cuando sea con una buena calidad de vida. Aunque dada la tendencia, seguramente alguna patología cardiorrespiratoria podría acompañarnos y así, tendría el típico final que se da en la sociedad actual.
Esto me ha hecho reflexionar desde hace años, que la mayoría de las funciones del cuerpo humano siguen siendo primitivas e instintivas, que no evolucionamos tan rápido como la tecnología y que el impacto tan negativo de los cambios que estamos sufriendo como sociedad (comer peor, hacer menos ejercicio, vivir más estresados, en definitiva) podemos mitigarlos si corregimos esos inadecuados hábitos, equilibramos la energía vital y aprendemos a vivir en sintonía con la naturaleza.
Porque realmente, las estimaciones de incidencia de cánceres y de muertes debidas a ello, sin llegar a entrar en la afectación de la calidad de vida de los pacientes, son realmente espeluznantes.
Con esto en mente, y pasando a la práctica, sugiero la tercera medicina: la medicina preventiva.
Las lecciones son muy simples y claras. Por ejemplo: “Zu Kan Soku Netsu” en japonés, que significa “cabeza fría y pies calientes”, o “Naga Iki” que quiere decir “una respiración larga, conduce a una larga vida”.
Todos vivimos solo una vida y lo primordial para una vida digna es la salud.
Por mi profesión recomendaría, por supuesto, recibir una sesión de Shiatsu por semana de manera preventiva.
El Shiatsu como herramienta de prevención. El Shiatsu es una terapia manual de origen japonés que tiene como objetivo mantener y mejorar la salud, enfocándose en la prevención ya que ayuda a equilibrar el cuerpo de forma integral, mejorando además la postura y flexibilidad de los músculos y las articulaciones. Actúa sobre el cuerpo, la mente y las emociones.
Además de ello, me gustaría compartir unas prácticas diarias que se recomiendan en la medicina oriental para conservar una buena salud, basadas en su filosofía y costumbres.
Por ejemplo, en la medicina oriental la palabra “TEATE” “tratamiento” significa “poner las manos”. La palabra “BYOUKI” “enfermedad” se refiere a “trastornos de la energía vital”.
Vamos a pensar, ¿Qué condiciones favorecerían el desarrollo de ciertos tipos de cáncer?
En primer lugar, la hipoxia, o disminución del suministro de oxígeno a un tejido.
La lección mencionada anteriormente, “una respiración larga, conduce a una larga vida” quiere decir que inhalar profundamente y exhalar lentamente es la manera correcta de respirar y, en consecuencia, tener una vida más sana y prolongada.
Podríamos imaginar sin dificultad a una persona frágil o enferma respirando muy débilmente.
Para mantener un cuerpo sano es importante la respiración abdominal, que se realiza desde el “tanden”, región vital situada a tres dedos por debajo del ombligo, zona donde se encuentra el centro de nuestra energía vital según la filosofía oriental.
Cada fase de la respiración se vincula a determinados órganos y una definida energía corporal: la inhalación con el hígado y riñón, la pausa con el bazo y la exhalación con el corazón y el pulmón.
En segundo lugar, una baja temperatura corporal.
Para que nuestro organismo y nuestras células inmunológicas funcionen debidamente se necesita una temperatura corporal aproximada de 36,5ºC.
En ocasiones, la temperatura corporal subirá como mecanismo de defensa. Por ejemplo, la fiebre es una reacción natural del cuerpo ante una agresión, como puede ser una infección, y consiste en la activación de células y anticuerpos del sistema inmunológico para combatirlos. La hipotermia o una baja temperatura corporal, puede disminuir la capacidad inmunitaria.
Las antiguas acepciones orientales que se identifican con un cuerpo sano son, por ejemplo, “Zu Kan Soku Netsu” (cabeza fría, pies calientes), nombrado anteriormente, y “Jyo Kyo Ka Jitsu” (la parte superior del cuerpo relajada y vacía, la parte inferior plena y firme).
Las dos significan que es importante mantener la cabeza o la parte superior del cuerpo relajada y despejada, y los pies o la parte inferior caliente, firme y llena de energía.
En conclusión, la hipoxia y la hipotermia pueden condicionar una respuesta inmunológica más pobre y así alterar el equilibrio de nuestro cuerpo.
Las cosas son muy simples: procuremos no enfriar el cuerpo y practiquemos la respiración abdominal.
En resumen, corregir los hábitos no saludables y evitar la hipoxia e hipotermia son la base para mantener una vida sana y es lo que está en nuestras manos para disminuir así las posibilidades de contraer ciertos cánceres y otras enfermedades.
Mantener el equilibrio entre el cuerpo y la mente es esencial.
Así que os dejo unas reglas claves:
1. Disminuir el estrés y ansiedad.
2. Evitar la avaricia. Vivir modestamente.
3. Encontrar una propia manera de relajación.
4. Mantener el cuerpo caliente. No tomar bebidas frías.
5. No abusar de la comida. Evitar el alcohol y el tabaco.
6. Practicar ejercicios aeróbicos.
7. Reír mucho y agradecer por todo.
8. Tener una meta para alcanzar, una razón para vivir y un hobby para toda la vida.
¡Ojo!, y una sesión de Shiatsu por semana sin duda.
El Shiatsu como herramienta de prevención. Ejercicios Saludables.
Jyuku Shiatsupractor Onoda Shigeru
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